El presidente de la
SGI, Daisaku Ikeda, en su novela La Nueva
Revolución Humana, dedica varios capítulos a la lucha de
pioneros de los primeros inmigrantes japoneses miembros de la Soka Gakkai
al Paraguay. Así comenzó todo y gracias a ellos hoy podemos
conocer y practicar el Budismo dentro de la SGIPY:
Capítulo Roturación (32)
La Nueva Revolución Humana
La comitiva de Seichiro Haruki y otros
que visitaron la Argentina partieron rumbo al Paraguay el día 5
de marzo. En dicho país también existía
un cabildo y unas cien familias venían esforzándose en la
práctica de la fe.
Entre la comitiva tanto Haruki como Itetsu
Okada se dirigieron a Asunción, mientras que los cinco incluyendo
a Katsu Kiyohara estaban decididos a visitar Chávez, una colonia
japonesa.
En esta visita al Paraguay la clave del
desarrollo de este país estaba en el aliento a los miembros que
vivían en Chávez.
Comparando con el kosen rufu de la Argentina
que se había iniciado con los ascendientes japoneses que habían
inmigrado a los alrededores de Buenos Aires, la capital, en el Paraguay
se había iniciado la propagación del Budismo por los ascendientes
japoneses que habían llegado a la colonia de Chávez.
Paraguay se había convertido en
el país que recibía inmigrantes después de que el
Brasil la restringió en 1934, esto fue a partir de 1936. Posteriormente,
por causa de la Guerra del Pacífico (Segunda Guerra Mundial) se
rompieron las relaciones diplomáticas con el Japón y fue
suspendida la migración.
Sin embargo, después de la guerra,
cuando de nuevo, se establecieron las relaciones diplomáticas continuó
la llegada de japoneses en forma ordenada y en mayo de 1954 se estableció
oficialmente.
Los inmigrantes japoneses se establecieron
en la colonia Chávez que empieza unos 16 km. al noreste de Encarnación,
la ciudad fronteriza con la Argentina situada en la región sur
de la otra colonia Fram, que colinda con Chávez o la Colonia Pirapó,
a 60 km. al noreste.
Los inmigrantes asignados en sus respectivas
tierras tenían que empezar extrayendo los árboles e instalar
sus columnas y vigas para construir sus propias casas. Por la noches cuando
encendían sus lámparas de sus casas recién terminadas
recibían la interminable invasión de insectos. Eran atacados
por numerosos zancudos y jejenes y también por el gusano ura y
pulgas. Y muchas veces, en la oscuridad de la noche, en la lejanía
se escuchaba los alaridos de pumas y monos. Así, en medio de tanta
inquietud se iniciaba la vida de un inmigrante. Entre ellos había
miembros de la Soka Gakkai. Fue Shinshichi Miyagi quien había llegado
a la colonia Chávez en el año 1957. Asimismo, en Fram habían
inmigrado en el año 59 los esposos Tetsuya y Tomiyo Adachi y en
Pirapo durante 1960 los esposos Kunihiro y Haru Yamaki. Y teniendo como
núcleo estas personas en cada colonia se iniciaron las actividades
por el kosen rufu. Fue una indescriptible alegría encontrarse con
otros compañeros del kosen rufu de diferentes colonias.
Agosto 19, 2000
Roturación (33)
Por ejemplo en el caso de Tetsuya Adachi,
al año siguiente de haber inmigrado, al escuchar que había
entre los inmigrantes algunos que invocaban Nam-myoho-renge-kyo mañana
y noche saltó de alegría. Y enseguida visitó uno
tras otro a los recién llegados, preguntando, ¿no será
usted miembro de la Soka Gakkai? Su labor no fue tan fácil. “Soy
miembro. ¿Usted también?” Fue cuando visitó,
la octava casa que era de Fumiaki Okamura. No cabía alegría
en ellos, saltaron, se abrazaron, apretándose las manos fuertemente.
Las actividades en la colonia eran muy
diferentes a las de la ciudad, y tenían que sobrepasar muchas dificultades
y constantes peligros.
Un día Haru Yamaki de la Colonia
Pirapó participó animadamente en las actividades con un
miembro de su colonia recién llegado. Ellos habían caminado
tanto y cansados se pusieron a descansar debajo de una sombra, cuando
escucharon un sonido extraño.
Despejando la maleza, dijo, ¿qué
sonido será este?
“¡Cuidado! es una serpiente
cascabel...”, gritó alguien que estaba cerca.
“Pero el cascabel ¿emite
un sonido así?”
“A veces emite un sonido así”
En las colonias no era nada raro la aparición
de serpientes cascabel.
Muchas veces cuando se talaba árboles
grandes se caían de las ramas o en el camino se encontraban enroscadas.
También ocurrió que fue mordida alguna persona por estos
animales, armándose un gran alboroto.
Otra de las tantas dificultades era cuando
salían para participar en las actividades y había llovido,
el barro rojizo se ablandaba demasiado que hacía se pegaran los
zapatos o se resbalaran; pero ellos se quitaban los zapatos y seguían
andando a pesar de todo.
La vida en la colonia era para los inmigrantes
una situación lejos de ser segura. Hasta las semillas y los plantones
fueron arrastrados por las lluvias o dañadas por los granizos.
También aparecieron plagas de langostas que atacaron los cultivos,
echando a perder tan pronto el poco dinero que habían traído
del Japón.
Sin embargo, para los miembros de la Soka
Gakkai que vivían en este ambiente, la fe en el Budismo fue una
fuerza maravillosa para levantarse y una fuente de coraje que los animó
a no doblegarse ante las dificultades. Por ello es que todos se esforzaron
en la práctica de la fe, por la cual tuvieron múltiples
experiencias. Algunos mejoraron sus cosechas con mucha sabiduría
e ingenio; otros fueron protegidos por los desastres naturales maravillosamente.
Estas pruebas reales por la práctica del Budismo se extendieron
con simpatía en la gente de la colonia. Incluso algunos formulaban
su deseo de practicar la fe en el Budismo, al quedarse impresionados por
la imagen apacible cuando falleció un miembro de la Soka Gakkai.
Agosto 20, 2000
Roturación (34)
Los esfuerzos de los miembros del Paraguay
daban sus frutos y se extendía aún más el círculo
de los compañeros miembros.
En agosto de 1961 se formó el Paraguay
Chiku (distrito), y dos años después, en 1963, se estableció
el Shibu (cabildo) de Paraguay de la Soka Gakkai.
Los cinco, encabezados por Katsu Kiyohara,
el grupo para la colonia Chávez, partieron de Buenos Aires por
avión en un tiempo de poco más de cuatro horas, llegando
al aeropuerto de Posadas. Posadas pertenece a la Argentina, de allí
cruzando el río Paraná llegaban al Paraguay.
Shinshichi, el responsable del cabildo
y otros, unas diez personas en total del Paraguay llegaron al aeropuerto
para recibirlos. Entre los miembros estaba el responsable del grupo (hancho)
Ikuo Tanigawa quien acudió al llamado desde la colonia Iguazu,
frontera con el Brasil que se encontraba a unos cientos de kilómetros
de distancia y 4 días de viaje.
La comitiva se sintió como si hubiera
lavado sus corazones por el tan refrescante y firme espíritu de
búsqueda de los presentes.
Desde el aeropuerto tomaron un carro hasta
el embarcadero, y viajando unos veinte minutos en lancha llegaron a la
orilla, era Encarnación de Paraguay.
Aquí se realizó una reunión
de coordinación. Luego, en un momento, un joven le dijo a Kiyohara:
“Quiero pedirle un gran favor; Hay
alrededor de 40 familias en la Colonia Pirapó, que se ubica a 60
km. de aquí. Ellos habían previsto asistir a la reunión
de orientación que se llevaría a cabo en la casa de chikubuchó
(responsable de distrito) Miyagi esta noche, pero como cayó una
torrente lluvia el carro no puede andar por el piso resbaladizo, así
que todavía no pueden partir. Pienso que si puede ir alguien de
ustedes en un jeep, sería muy bueno”.
Inmediatamente Fumiko Haruki, viceresponsable
de la Soka Gakkai y esposa de Seichiro Haruki, y un dirigente de la DJM,
decidieron viajar. Alrededor de las 3 de la tarde el grupo de Kiyohara
y los demás se embarcaron en microbús hacia Chávez.
Y el otro grupo de Fumiko Haruki partieron a Pirapó en jeep.
El micro que transportaba el grupo de Kiyohara,
varias veces patinó y quedó atascado en el lodazal, que
todos tenían que ayudar a empujarlo. De modo que cuando llegaron
a la casa de Miyagi ya estaba anocheciendo.
En los alrededores se extendían
campos agrícolas y bosques, y lejos se divisaban pequeñas
y simples cabañas.
Kiyohara se sintió muy feliz y algo
místico que aquí también los compañeros miembros
se están dedicando con todas sus fuerzas a las actividades del
kosen rufu.
“Este es el significado de Jiyu (irrumpiendo
de la tierra), precisamente tal, como dice el Gosho. Ha llegado el momento
del kosen rufu mundial”.
Agosto 22, 2000
Roturación (35)
Mientras tanto, el grupo de Fumiko Haruki
que estaba dirigiéndose en jeep a la colonia de Pirapó,
avanzaba con muchas dificultades en medio del lodo sin poder acelerar
demasiado, de modo que recién llegaron al lugar después
de las nueve.
Sin embargo, los miembros de Pirapó
sin saber que los dirigentes iban a ir, habían partido hacia Chávez
a la casa de Miyagi, arriesgándolo todo. Así que el grupo
de Haruki no tuvo más que regresar inmediatamente a Chávez,
llegando poco después de la una de la mañana.
En la casa de Miyagi se había realizado
una reunión de orientación desde las 7 y 30 de la noche,
bajo las luces de unas lámparas. Y el local se había llenado
con la participación de más de 100 personas. Hubo muchas
preguntas de los asistentes que traducían la situación de
cada uno, sus penas y sufrimientos.
Había personas que vivían
una situación desesperante, buscando alguna salida para poder pagar
sus deudas o para poner en marcha sus trabajos. Algunos otros, con sentimiento
desesperante, contaban sus sufrimientos por la enfermedad que padecían.
Kiyohara y los demás dirigentes
reiteraron con toda su convicción el poder benéfico del
Gohonzon y la importancia de practicar con una firme convicción
de fe.
Se puede decir que fue una dura batalla
entre la firme convicción y la tambaleante actitud de esperanza
de los asistentes.
Una señora de avanzada edad con
un niño en brazos de aproximadamente unos tres años, dijo:
“Este es mi nieto, y desde su nacimiento él no puede ver.
Si me esfuerzo en practicar la fe en el Budismo ¿podrá recuperar
su visión?”
La familia de esa señora vino esforzándose
en la propagación entre la gente de la colonia, hablando de la
fe del Budismo; sin embargo a raíz de que tuvieron un hijo que
sufría de la vista fue criticada duramente: “Por qué
un miembro de la Soka Gakkai sufre de tal situación?”. La
familia pasaba los días avergonzada y dolida, como si estuviera
sentada encima de una estera con agujas. Y lo peor era que cerca a su
casa no había ningún hospital especializado a donde podía
acudir para hacer alguna consulta sobre el niño. Fue una pregunta
que causó tanta pena. Todos se quedaron callados esperando la respuesta
de Kiyohara, quien enseguida habló en forma resuelta.
“Hay algo que sí puedo decir
con tanta claridad y convicción. Y es que si usted continúa
su práctica firmemente, con toda seguridad podrá lograr
la felicidad. Por favor críe a su hijo para que él pueda
mantener la fe durante toda su existencia. Los niños que nacen
en hogares donde se practica el Budismo, no hay ninguno que no tenga su
misión. Si despierta a su misión, con toda seguridad él
también podrá llevar una vida de máxima felicidad”.
Esta orientación quebró la
oscuridad en el corazón de esta familia que se sentía avergonzada
ante los ojos de la gente de su comunidad que tenía inquietud en
la fe del Budismo.
Agosto 23, 2000
Roturación (36)
Después de recibir la orientación
de Kiyohara, la anciana abuela sentía un cambio en su vida, pensaba
ahora que su nieto con un mal en la vista era un tesoro para toda la familia.
Luego también, los miembros de esa familia habían decidido
en forma unitaria esforzarse en la práctica de la fe por la felicidad
del niño.
Luego, un miembro de la División
Masculina como haciendo una solicitud, dijo: “¿El presidente
Yamamoto también podrá venir alguna vez al Paraguay?”
“Si ustedes continúan sin
desmayo en sus esfuerzos en la práctica de la fe, con toda seguridad
él también vendrá.” “Yo voy a trasmitir
su deseo, inmediatamente... ¿Por qué no vamos a esforzarnos
todos con la meta de invitar a Sensei al Paraguay?”
Las preguntas continuaron hasta la medianoche.
Los miembros que habían venido de diferentes colonias tuvieron
que hospedarse en diferentes casas, de Miyagui y otros miembros de Chávez.
En la mañana del día siguiente,
después de hacer gongyo todos juntos, hubo tiempo para dar orientación
personal, y luego realizar el examen del Budismo.
Lo que hizo conmover a los dirigentes visitantes
fue el sincero esfuerzo de los miembros para estudiar el Budismo. A pesar
de que no contaban con materiales de estudio como el Daibyakurenge o el
Seikyo Shimbun, habían copiado las disertaciones del Gosho que
en ellos se publicaban. Se notaba que habían estudiado muy seriamente,
a pesar de estar viviendo en situaciones difíciles.
Los dirigentes visitantes comprendieron
profundamente que aunque las condiciones fueran difíciles o se
viva en medios desfavorables, si cada uno tiene un firme espíritu
de búsqueda puede esforzarse cada vez más en el estudio
del Budismo.
El día 6 de marzo, después
de las 4 de la tarde, el grupo de Kiyohara dejó la colonia de Chávez.
Avanzando en el microbús, en el
camino crecen frondosos árboles. Los dirigentes visitantes pensaron:
“¿Si yo estuviera solo en medio de este ambiente adverso,
podría continuar practicando la fe verdaderamente?....Hemos venido
a orientarlos, pero ¿no será que nosotros debemos aprender
de ellos?”
La fe no se decide por la posición
ni el cargo en la organización. Todo depende de, que por la causa
del kosen rufu, qué clase de batalla se ha librado y qué
se ha logrado en concreto. Y lo importante es que no importa en qué
parte del mundo uno se encuentre, el lugar donde uno está ahora
es el campo de su lucha por el kosen rufu y el mejor lugar para el ejercicio
budista que se convertirá, a la vez, en la tierra eternamente de
luz apacible.
Fue en 1993 cuando el anhelo de Shin ‘¡chi
y los miembros por fin se concretó con la visita del presidente
Yamamoto al Paraguay. Fue un encuentro emocionante que brillará
por siempre como si fuera una grandiosa pintura.
En ese viaje, Shin ‘ichi tuvo entrevista
con el presidente de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores,
y el gobierno del Paraguay lo distinguió con la más alta
condecoración, la Gran Cruz, en reconocimiento a su contribución
por la paz del mundo.
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